Galletas de almendra y té matcha
¿Entusiastas del té matcha? Os encantará esta receta. ¿Hicisteis las galletas de almendra especiadas que compartimos con vosotros anteriormente? ¡Probad esta versión! Os sorprenderá su delicadeza y cómo el té verde combina a la perfección con el aroma de la almendra. Si el craquelado de su aspecto exterior ya es llamativo de por sí, el color verde del matcha intrigará a todo el que las vea.
Ingredientes para dos docenas de galletas aproximadamente:
- 80 g de mantequilla (margarina para hacer la receta sin lácteos)
- 1 huevo
- 50 g azúcar blanquilla
- 1 cucharadita de azúcar vainillado
- 2 cucharaditas de té matcha para cocinar
- 50 g harina
- 50 g almendra molida
- 1 cucharadita de levadura química
- 50 g azúcar glas para rebozar las galletas
Preparación:
Se comenzará sacando la mantequilla del frigorífico para que se ablande y tenga textura de pomada. Si fuera necesario, se puede meter unos segundos en el microondas a baja potencia. En caso de usar margarina se pondrá directamente. En un cuenco, batir la mantequilla, el huevo, el azúcar blanquilla y el azúcar vainillado hasta que la mezcla blanquee y aumente de volumen. Se puede usar tanto una varilla de mano como una eléctrica, que será más útil en este punto si hacemos más cantidad de galletas. Añadir el té matcha y mezclarlo hasta que la masa tenga un color verde uniforme.
En otro recipiente, mezclar la harina, la almendra y la levadura y añadirlas en un par de veces a la masa anterior, removiendo con una paleta hasta que quede homogéneo y obtengamos una especie de mousse. Esta masa tendremos que dejarla reposar en el frigorífico al menos un par de horas para que gane consistencia.
Precalentar el horno a 160 ºC. Mientras, ir dando forma a las galletas. La masa no estará muy dura pero no importa. Para formarlas sólo hay que coger una cucharada de masa, ponerla en el azúcar glas y rebozarla bien. Con las manos haremos una bolita y la pondremos en una bandeja de horno forrada con papel sulfurizado. La masa crece bastante al hornear así que recomiendo no poner porciones demasiado grandes y separarlas unas de otras. En un horno pequeño como el mío entra una docena de galletas por tanda, aproximadamente.
Hornear 20 minutos con calor arriba y abajo. Durante ese tiempo el azúcar glas le dará una costra crujiente a las galletas y se agrietará mientras crecen. Tras sacarlas del horno es importante dejarlas enfriar sobre una rejilla para que no se reblandezcan por fuera.
Estas galletas son de contrastes. Crujientes por fuera y blandas por dentro, con un sabor muy especial a té verde que se intensifica y combina con la almendra pasados un par de días desde que se elaboraron. Si conseguís que aguanten, claro, porque es una tentación tenerlas en casa. Para su óptima conservación sólo hay que guardarlas en un recipiente hermético.
Esta receta es una colaboración de etringita, autora del blog comestible Fotomerienda.
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