Magdalenas tropicales con Mango´s Fruit
Reconozco que tengo debilidad por los bizcochos y magdalenas. Podemos cocinar variedades infinitas donde el único límite es nuestra imaginación tan sólo guardando ciertas proporciones en sus ingredientes. Tradicionalmente se añade leche o yogur para aportar jugosidad a la masa, pero estos pueden sustituirse por zumos de fruta (como en esta receta de bizcocho de limón), té infusionado en leche o bebida vegetal (al estilo del bizcocho de trufa), un té en agua (por ejemlo, té blanco de cereza) o incluso una infusión de frutas, que es la opción que os traigo hoy. Además de hacer el bizcocho más tierno se consigue aportar aroma y sabor a la masa.
La elección de la infusión Mango’s Fruit no es casual. La mezcla de cubos y copos de piña y mango, rodajas de naranja y mandarina, cártamo, flores de caléndula y fresa dan un sabor tropical delicioso a las magdalenas. Si además, como he hecho yo, lo combinas con trocitos de frutas deshidratadas dentro de la masa, os quedará una merienda de diez.
Ingredientes para 10 u 11 magdalenas medianas:
- 2 huevos medianos
- 60 g de aceite de girasol
- 2 cucharadas de Mango´s Fruit infusionadas en 125 ml de agua caliente
- 100 g de azúcar
- 150 g de harina
- 1 cucharada de harina
- una pizca de sal
- frutas deshidratadas (mango, piña, papaya…)
Preparación:
El primer paso es preparar nuestra infusión de frutas concentrada en media taza de agua. Aunque puede hacerse tanto en frío como en caliente, para que no tengamos que esperar toda la tarde la haremos en caliente y sólo se necesitarán 8 minutos. Mientras que se atempera, se irán pesando y preparando el resto de ingredientes.
En un bol, batir ligeramente los huevos y el aceite y una vez que esté lista, nuestra infusión de mango. Con removier un poco con las varillas será suficiente. Añadir el azúcar y volver a mezclar hasta que se hayan disuelto los granos.
A continuación tamizar la harina, la levadura y la sal sobre la mezcla anterior y remover con una paleta o unas varillas lo justo para que los ingredientes secos queden integrados. Es una masa bastante líquida pero no os asustéis, ya está lista. Para que suba bien en el horno es recomendable cubrirla y dejarla reposar en el frigorífico al menos media hora, una hora, mucho mejor. Se puede preparar directamente pero ese ratito nos garantizará unas magdalenas más vistosas.
Precalentar el horno a 190-200 ºC. La temperatura dependerá un poco de vuestro horno, pero sólo es cuestión de probar. Mientras, rellenar un molde metálico para magdalenas con cápsulas de papel rizado. Puede usarse papel doble, o moldes de silicona, pero el molde metálico evitará que el papel se abra y desborde y mantendrá la forma de nuestros bizcochitos mucho mejor.
Cuando el horno haya alcanzado la temperatura adecuada, verter la masa en las cápsulas y añadir algunos trocitos de frutas deshidratadas a cada unidad. Os recomiendo que los trozos sean pequeños ya que tienden a irse al fondo si pesan más de la cuenta. Introducir al calor y hornear entre 15 y 20 minutos, hasta que las magdalenas hayan subido y se pongan doraditas. Estarán listas si al pinchar el centro de una con un palillo, este sale limpio. Una vez fuera, dejar enfriar sobre una rejilla metálica.
¿Con qué acompañar estas magdalenas? La lista es tan infinita como sus posibles variaciones. Pensadlo mientras se enfrían aunque sé que costará resistiros a probar una cuando aún esté templada. Yo nunca lo consigo…
Esta receta es una colaboración de etringita, autora del blog comestible Fotomerienda.
Tienen una pinta que grita ¡cómeme!
La verdad es que le tenía el ojo echado a esta mezcla de frutas para infusión, pero no sabía en qué más cosas usarla. ¡Gracias por la idea!
Sola, calentita, es deliciosa para tomarla a media tarde aunque también se puede mezclar con algún té negro sin aromatizar. Yo estoy deseando probarla en verano en frío.