La planta del té
El té pertenece a la familia de las camelias. Esta planta tiene unas hojas oscuras y puntiagudas. Su flor es blanca o rosa; la fruta es pequeña, con una dura cáscara similar a una nuez.
La planta del té se mantiene similar a un arbusto debido a las podas regulares por la recolección del té.
Hoy en día, su reproducción se realiza raramente por polinización, siendo mediante esquejes (que se obtienen de los arbustos de alto rendimiento) la forma más habitual.
Las dos plantas originales de té, son:
Thea Sinensis (o té chino): Se mantiene como un arbusto incluso sin la poda regular, llegando a alcanzar los 3 ó 4 metros de altura. Este arbusto florece mejor en zonas climáticas moderadas y puede incluso soportar heladas.
Thea Assamica (o té Assam): Si no se le poda regularmente, se convierte en un gran árbol de 15 a 20 metros de altura. Este arbusto requiere mucho calor y es una planta puramente tropical.
Estas dos plantas originales han sido cruzadas numerosas veces con el objetivo de obtener una especie más fina, aromática y robusta. El llamado Assam-hibrido ha demostrado ser particularmente adecuado. Es importante saber que las diferencias en sabor y calidad no sólo dependen de la planta, sino también de la región de cultivo, condiciones climatológicas, poda y posterior tratamiento de las hojas del té.