Galletas de miel de brezo
¿Estáis buscando algo sencillo pero delicioso para el desayuno o la merienda? Animaos a preparar unas galletas de miel de brezo. Su elaboración no tiene complicaciones y las galletas caseras son incomparables. El poder usar un aceite de buena calidad y una miel muy aromática añade todos los matices de nuestra receta. Además están elaboradas sin lácteos, por lo que podrán disfrutar de ellas personas con intolerancia a la lactosa.
En la tienda de Café Té Arte podréis encontrar dos tipos de miel: de Mil Flores y de Brezo. Ambas son deliciosas pero el sabor intenso de la segunda hace que destaque más en las galletas.
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Ingredientes para unas 12 galletas grandes ó 20 pequeñas:
- 100 g de azúcar
- 100 g de aceite de oliva
- 1 huevo
- 35 g de miel (2 cucharadas)
- 250 g de harina
- 1 cucharada de levadura química
- 1/4 de cucharadita de sal fina
Preparación:
En un bol mediano, batir el azúcar junto con el aceite y el huevo hasta obtener una pasta cremosa. Poner las dos cucharadas de miel y batir de nuevo para que se disuelva. Tamizar la harina, la levadura y la sal y remover poco a poco, con una paleta. Cuando se haya integrado toda la harina tendremos una masa brillante y untuosa que dejaremos reposar en el frigorífico cubierta con film transparente durante al menos una hora para que tenga más consistencia.
Pasado ese tiempo, precalentar el horno a 180 ºC. Repartir cucharadas de masa sobre una bandeja cubierta con papel de hornear. En mi caso las he hecho las galletas bastante grandes pero el tamaño va al gusto. Eso sí, tendrán que estar separadas unas de otras para que la masa no se pegue durante el horneado ya que se extiende y crece bastante.
Hornear 20 minutos a 180 ºC, bajar la temperatura a 150 ºC y hornear unos 10 minutos más para que las galletas queden más secas y crujientes. Tras sacarlas del horno, es muy importante dejarlas enfriar sobre una rejilla.
Si en vez de galletones grandes se prefiere hacer galletas pequeñas habrá que acortar un poco los tiempos de horneado para que no se quemen. Una vez frías nuestras galletas pueden guardarse en un recipiente hermético durante varios días.
Esta receta es una colaboración de etringita, autora del blog comestible Fotomerienda.