Magia silvestre con biscotti de nueces y arándanos
Los biscotti son unos dulces típicos de la toscana italiana perfectos para tomar acompañando al café, té, infusiones o chocolate. El nombre de estas galletas secas procede de su forma de elaboración ya que bis-cotto significa «cocido dos veces». Los biscotti que os traigo son perfectos para acompañar la infusión de frutas Magia Silvestre, que se puede tomar tanto en caliente como el frío y hará las delicias de las meriendas veraniegas. Si preferís la teína, probadlos con té Frutas del Bosque o té Cranberry.
Ingredientes para unos 12-15 biscotti:
- 100 g de azúcar
- 2 cucharaditas de azúcar vainillado
- 160 g de harina
- 1 cucharadita de levadura química
- una pizca de sal fina
- 2 huevos
- 50 g de arándanos rojos deshidratados
- 50 gramos de nueces peladas
- varias cucharadas de Magia Silvestre para acompañar
Preparación:
En un cuenco, poner el azúcar normal, el vainillado, la harina, la levadura y la sal y remover con un tenedor hasta que estén mezclados de forma uniforme. En un bol aparte, batir los huevos y añadir la mitad de ellos sobre la mezcla primera. Remover con el tenedor hasta que quede más o menos incorporado. Añadir el huevo batido que queda y volver a mezclar. El resultado será una masa un poco firme y bastante pegajosa. A continuación, poner las nueces y los arándanos rojos.
Precalentar el horno a 180º. Mientras, dejar reposar la masa tapada con film transparente.
Forrar una bandeja para horno con papel sulfurizado. Poner la masa en la bandeja dándole forma rectangular-alargada. No hay que preocuparse mucho de la forma porque la masa crecerá y se expandirá. Introducir en el horno durante 25-30 minutos aproximadamente o hasta que el bizcocho base esté ligeramente dorado y firme al tacto.
Sacar la masa del horno y dejar enfriar en la bandeja durante unos 10 minutos. Pasarla a una tabla de corte y con un cuchillo de sierra grande, cortar en rodajas de un centímetro y medio aproximadamente, que es más o menos el grosor de un dedo. Colocar las rebanadas tumbadas en la bandeja, ordenándolas para que quepan todas e introducir de nuevo en el horno, a la misma temperatura anterior, durante 10 minutos. Pasado ese tiempo, sacarlas, dar la vuelta a las rebanadas y volver a introducir por la otra cara 8-10 minutos más estando atentos que no se tuesten demasiado los biscotti. Cuando estén listos, sacar del horno y dejar enfriar completamente sobre una rejilla.
Con el doble horneado se consiguen biscotti muy crujientes y deliciosos que aguantan perfectamente varios días si se guardan en una caja hermética.
Esta receta es una colaboración de etringita, autora del blog comestible Fotomerienda.