¿Buscáis una receta especial para la mañana del domingo? El desayuno es la comida más importante del día pero si queréis hacerlo inolvidable, nada como tener en el frigorífico masa de tortitas para prepararlas mientras se hace un aromático y delicioso café con el que despertar los sentidos.

El café de arándanos de casa Eguia es una variedad arábica natural aromatizada con arándanos que os entusiasmará en cuanto abráis el paquete. El arándano rojo es una baya de sabor ácido, rico en vitamina C y con propiedades antioxidantes. Es fácil de encontrar deshidratado en el mercado, por lo que os animo a incorporarlo en la dieta junto con cereales, ensaladas o postres, como en la receta de tortitas que os comparto.

Ingredientes para 2 personas (6 tortitas):

• 120 g de harina (1 taza)
• 8 g de levadura química (1 cucharada)
• 20 g de azúcar (1+1/2 cucharadas)
• una pizca de sal (1/4 de cucharadita)
• 1 huevo
• 20 g de aceite de oliva (2 cucharadas)
• 210 g de leche (200 ml, aproximadamente 3/4 de taza)
• 50 g de arándanos rojos

Preparación:

En un cuenco mediano, tamizar la harina y la levadura y mezclarlas con el azúcar y la sal. En otro recipiente, batir ligeramente el huevo y el aceite. A continuación, verter la mezcla sobre los ingredientes secos. Añadir un poco de leche y remover con unas varillas para ir disolviendo la harina y así evitar que queden grumos. Seguir añadiendo la leche poco a poco, removiendo. Cuando esté todo bien batido, añadir los arándanos.

Para que la masa alcance la textura adecuada habrá que tapar el cuenco con film transparente y dejarlo reposar en el frigorífico al menos una hora. También podéis hacerlo la tarde anterior y tenerlo listo para el desayuno.

Mientras preparáis el café de arándanos, calentad a fuego medio una sartén antiadherente de tamaño pequeño. Si está en buenas condiciones recomiendo no ponerle absolutamente nada, para que la superficie de las tortitas quede uniforme. Si se pega la tortita, podéis usar un hilito de aceite de oliva. Cuando esté caliente, verter un cucharón de masa. Mientras se cuece la tortita irán apareciendo agujeritos en la superficie. En el momento en que el centro ya no esté húmedo y los bordes se hayan secado, dar la vuelta con una paleta ancha. La otra cara necesitará menos tiempo de cocción, puesto que ya está casi seca y se dorará antes.

Tradicionalmente las tortitas se toman acompañadas de cremas y siropes dulces ya que la masa no tiene mucho azúcar pero los arándanos que les he añadido las complementan a la perfección. Si os sobran, que lo dudo, podéis guardarlas cubiertas con film dentro del frigorífico y luego calentarlas un minuto en el microondas a media potencia para volver a comerlas templadas al día siguiente.

Esta receta es una colaboración de etringita, autora del blog comestible Fotomerienda.