Ante todas las infinitas variedades de té, no siempre es fácil tomar la decisión correcta en función de la hora del día. Estos son algunos consejos para evitar un dolor de cabeza.

Ya sea para relajarse o para despejarse, los tés son el mejor tónico que existe para el cuerpo. Para mejorar nuestro día, es necesario saber escoger que té es el adecuado en cada momento. Cada té tiene unas características especiales. Es imprescindible conocer todos los detalles para elegir el té acorde al estado de ánimo y hora correcta.

En general, por la mañana se recomienda un té suficientemente fuerte en cafeína como el té de Assam, Darjeeling o un té verde japonés rico en cafeína. Más adelante, durante el día, nos dirigiremos a tés verde chinos o tés oolong. Conforme va acercándose la noche o durante la noche, es mejor centrarse en infusiones ligeras como las de té blanco.

La importancia del origen:

Cuando compramos un té, solemos fijarnos casi en exclusiva al tipo de té, blanco, verde, negro, etc. Aunque unos tés, aun siendo de la misma clase, pueden ser completamente diferentes dependiendo de su origen.

Los tés verdes japoneses son conocidos por ser muy enérgicos, al tener un contenido en cafeína y vitaminas elevado. En comparación con los tés chinos, el contenido de estas moléculas es mucho mayor.

En el caso de los tés negros, también hay diferencias. Los procedentes de China, tienen un nivel bajo de cafeína si los comparamos con los procedentes de India, especialmente el Darjeeling, que lo recomendamos por su gran calidad y por ser una buena inyección enérgica matutina. Este último, en comparación con los tés verdes japoneses tiene mayor contenido en cafeína y menor contenido en vitaminas.

La importancia del tiempo de infusión:

A pesar de la aparente lógica que tiene dejar reposar más tiempo la infusión para obtener un té con más contenido en cafeína. Un té cuanto menos tiempo infunde, más contenido en cafeína tiene y cuanto más tiempo tiempo esté en reposo menor será su contenido. Esto puede parecer extraño pero tiene una razón; los efectos de los taninos que se liberan durante la infusión contrarrestan los efectos de la cafeína, siendo ésta liberada casi en su totalidad en el primer instante de la infusión.

Por desgracia, la tendencia española al preparar el té es la de hervir el agua y dejar la infusión reposar hasta que baje a una temperatura que se pueda beber. Con este método estamos cometiendo un gran error ya que un agua demasiado caliente quemará las hojas de té y le dará un sabor amargo y desagradable.  Además, dejando la infusión tanto tiempo no podremos aprovechar la cafeína del té favoreciendo también al mal sabor citado antes.

 

Si quiere conocer más acerca de como realizar una perfecta taza de té, le recomendamos que lea este artículo, donde podrá ver los tiempos y temperaturas de infusión óptimos para cada variedad de té.