La propuesta que os traemos hoy es una ensalada de inspiración oriental, con toques crujientes y un exótico aliño a base de té verde. Perfecta para enfrentarse a las altas temperaturas veraniegas que ya empiezan a hacerse notar a pesar de que todavía es primavera.

En el sureste asiático, concretamente en Birmania, son típicas las ensaladas de hojas de té fermentadas acompañadas de ingredientes crujientes como semillas, cacahuetes y legumbres tostadas. No todos los ingredientes son fáciles de encontrar en España, por eso os propongo una versión más asequible a los ingredientes y costumbres locales. Debido a que lleva salsa de pescado, no es una receta libre de productos de origen animal, pero he leído que hay buenos sustitutos veganos que aportan el mismo tipo de sabores.

Como nos vamos a comer las hojas de té verde, es importante que sean de hoja grande, de la mejor calidad posible y sin aromatizar para que no se altere el sabor. En mi caso he elegido el té bancha japonés, debido a su sabor suave y su menor contenido en teína, el que tenemos en la tienda además procede de agricultura ecológica. También podéis experimentar con otra de nuestras variedades de té verde puro.

Cómo preparar aliño de té verde fermentado para ensaladas

Ingredientes:

Para el aliño de hojas de té verde fermentado:

• 1/2 taza de hojas de té verde Bancha o similar
• 3 dientes de ajo
• 2 chalotas o media cebolla mediana
• 2 cucharadas de jengibre fresco rallado
• 1 cucharada de aceite de sésamo
• 2 cucharadas de aceite de oliva
• 3 cucharadas de zumo de limón
• 2 cucharadas de vinagre blanco
• 1 o 2 cucharadas de salsa de pescado
• 1 cucharadita de sal

(con estas cantidades sale un bote de unos 300 ml)

Para la ensalada:

• Lechuga
• Semillas de girasol, calabaza, sésamo…
• Cacahuetes tostados, pistachos…
• Dientes de ajo
• Aceite de oliva
• Rodajas de limón
• 1 o 2 cucharadas de aliño de té verde fermentado por comensal

Preparación:

Aliño de té verde fermentado:

Poner las hojas de té verde en un cuenco mediano, verter agua hirviendo por encima y dejar reposar 10 minutos. Si queremos aprovechar el té resultante, ya sea para beber o para preparar algún batido u otra receta, habrá que hacer una primera infusión que dejaremos 2 minutos, filtrar y volver a añadir agua hirviendo dejándola reposar unos 8 minutos.

Filtrar y enjuagar con agua fría, descartando las hojas que no se hayan abierto y las ramitas que pueda haber. Devolver al cuenco, cubrir con agua fría y dejar reposar al menos una hora. Pasado ese tiempo, filtrar y escurrir bien, eliminando toda el agua posible.

Colocar en el vaso de la batidora las hojas de té escurridas. Rallar el jengibre, picar los ajos y las chalotas y añadir junto con el resto de ingredientes del aliño al vaso. Batir hasta que tenga una textura más o menos uniforme y similar al pesto.

Guardar en la nevera en un frasco de cristal limpio. Dejar reposar al menos un día, aunque los sabores son más pronunciados si lo dejamos al menos tres días fermentando.

Ensalada:

Laminar uno o dos dientes de ajo por comensal y freír en una sartén con un poco de aceite de oliva hasta que empiece a ponerse dorado. Retirar los ajos con una espumadera y dejarlos sobre papel de cocina para que absorba el exceso de aceite.

Para emplatar, colocar primero la lechuga, agregar semillas, ajo frito, cacahuetes y pistachos al gusto, y por último el aliño de té verde fermentado. Exprimir un poco de zumo de limón por encima, mezclar bien y servir acompañado de rodajas de limón.

Si os gustan los sabores exóticos, os animo a probar esta ensalada ¡y contadnos qué os ha parecido!

Esta receta es una colaboración de Carabiru, autora del blog Birulicioso.