¡Hoy va la cosa de arándanos!

En concreto de arándanos rojos o cranberry, que son unas bayas rojas de sabor ácido que a mí, particularmente, me encantan y las añado a postres, cereales e infusiones.

Así que os voy a mostrar cómo preparar unas deliciosas galletas de cacao que combinen a la perfección con el Té verde Cranberry de nuestra tienda. Este té, que se puede tomar tanto en frío como en caliente, además de arándanos rojos lleva frambuesa y capullos de rosa, el complemento dulce y aromático perfecto para la infusión. Estoy segura de que os encantará.

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Ingredientes para unas 20 galletas:

• 125 g de azúcar moreno
• 100 g margarina (o mantequilla ablandada)
• 1 huevo
• 20 g de cacao puro
• 200 g harina
• 1 cucharada de levadura química
• una pizca de sal fina
• 40 g de arándanos rojos

Preparación:

Esta receta de galletas es muy sencilla de elaborar. El primer paso es batir la margarina o la mantequilla ablandada, en caso de que no tengáis problema con los lácteos, junto con el azúcar moreno hasta obtener una pasta cremosa. Podéis usar una batidora eléctrica de varillas para facilitar el proceso pero si lo hacéis a mano recomiendo mezclar primero con un tenedor y una vez integrado el azúcar ya pasar a las varillas. El azúcar moreno cuesta un poquito más de disolver pero merece la pena usarlo por el sabor que aporta. A continuación, añadir el huevo y mezclar hasta que quede bien incorporado a la pasta.

En otro cuenco aparte, habrá que mezclar el cacao, la harina, la levadura y la sal, tamizando bien estos ingredientes. Con tranquilidad y una paleta, se irá añadiendo esta mezcla a la masa anterior poco a poco, removiendo para que la harina y el cacao se integren. El último paso de la preparación de la masa será añadir los arándanos y repartirlos por la masa.

Este es el aspecto que tendrá vuestra masa de galletas:

Horneado:

Aunque se puede hornear directamente es recomendable dejar reposar la masa en el frigorífico al menos una hora para que se integren los sabores y se puedan moldear las porciones con más facilidad. Pasado ese tiempo, precalentar el horno a 190 – 200 ºC y forrar una bandeja con papel sulfurizado. Estas galletas no necesitan molde o estirado. Sólo hay que que coger porciones de masa con una cuchara y ponerla en la bandeja con forma de bola ligeramente aplastada. Cuanto más fina y más aplastada más crujientes saldrán las galletas. Si os gustan más blandas sólo habrá que dejarlas con forma de bola. En cualquier caso es recomendable separarlas bien entre sí porque se expanden y aumentan de tamaño al hornear.

Hornear a 190 – 200 ºC entre 15 y 18 minutos. El tiempo variable depende un poco del horno y si las queréis más o menos crujientes. Empezad por 15 y si veis que los bordes no están un poco más tostados, dejadlas un par de minutos más. Tras sacarlas, dejar enfriar siempre sobre una rejilla.

Las galletas de cacao y arándanos se conservan bien durante varios días en un recipiente hermético pero si sois pocas personas o queréis alargarlas más se pueden congelar e ir sacándolas poco a poco para consumirlas acompañadas de un rico té cranberry.

Esta receta es una colaboración de etringita, autora del blog comestible Fotomerienda.