Métodos alternativos para hacer café: Italiana
Empezamos la serie de métodos alternativos de extracción del café con la archiconocida cafetera italiana o moka.
Como veis en el anterior gráfico, nos aporta un café con mucho cuerpo pero poca claridad. Sentiremos un sabor muy intenso, con mucha fuerza en boca, pero no seremos capaces de distinguir tantos matices en el sabor al ser un método que está sometido a mucha temperatura y que no filtra tantos aceites esenciales.
Será recomendable usarla con cafés dulces, achocolatados, más oscuros, que liguen bien con el tipo de infusión que nos da este tipo de cafetera. Los cafés más afrutados podrían quedar demasiado fuertes con peligro de amargar.
La cafetera consta de tres partes:
A – Depósito de agua
B – Filtro
C – Depósito de café
El agua del depósito con las altas temperaturas se evapora, provocando vapor, y ese vapor a su vez produce presión sobre las paredes del depósito.
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Esa presión empuja hacia abajo el agua del depósito, lo que provoca que suba por el tubo del filtro hasta que hace contacto con el café.
El café se infusiona con el agua, que ante la constante subida de presión, sigue subiendo por el tubo de la parte superior hasta que finalmente sale y reposa en el depósito.
La teoría está muy bien, pero ¿y la práctica?
Para saber cómo hacer un café con la cafetera italiana, te sugerimos veas el siguiente video:
Habrá que llenar el depósito de agua justo por debajo de la válvula de seguridad, prácticamente tocándola pero sin taparla. Recomendable llenarla con agua caliente, ya que con agua fría, el café estaría demasiado tiempo expuesto al calor, del lento cambio de temperatura, pudiendo degradarse.
Introducidos el filtro de café en el depósito de agua. El punto de molido del café debe ser medio o medio-fino, ya que al ser un proceso sometido a gran presión y temperatura, un molido fino podría darnos demasiada astringencia.
Echaremos café a la vez que vamos nivelando hasta llenar el filtro. En ningún momento deberemos presionar, sólo nivelar.
Hay que tener en cuenta que si dejamos alguna zona menos nivelada que otra, la mayor parte del agua pasará por ahí, por lo que no obtenemos una infusión uniforme del café.
Una vez bien nivelado el filtro con el café, enroscamos la parte superior.
Cogemos el conjunto y lo ponemos en el fuego, a una temperatura alta para que el agua pueda alcanzar una temperatura alta cercana a la de ebullición pero sin pasarse.
Si nos acercamos a la cafetera y vemos que empieza a oler muy bien a café y/o que se oye un muy ligero burbujeo que indica que en el depósito de agua hay actividad, deberemos ir bajando la intensidad progresivamente para evitar que se haga el café demasiado rápido y en consecuencia, salga un café subextraído.
Esperaremos un rato y justo en el momento que el café empieza a salir por la chimenea superior, pondremos al fuego al mínimo posible.
Una vez veamos que no puede salir más café, retiramos la cafetera del fuego con precaución.
Antes de servirlo, es recomendable remover dentro de la cafetera todo el café para homogeneizarlo.
Se sirve, y dejamos reposar un poco. Se sacan más matices al café dejando que se temple un poco antes que quemarnos la lengua por no querer esperar.
¡Y ya sólo queda de disfrutar de tu café!
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