Biscuit Helado de Té verde Matcha con mini-madeleines y espuma de galleta
Desde mi blog «La Cocina de Pandora» os traigo esta receta.
Como aficionada al té que soy, hace ya tiempo que quería probar esta variedad, el té matcha.
Como ya sabréis la mayoría, el té verde es una gran fuente de antioxidantes, que ayudan , entre otras cosas a prevenir el cáncer. Cualquier variedad de té verde, pierde al menos el 75% de sus propiedades al hacerse en infusión, y en cambio, el té verde matcha, al ser un té elaborado con la hoja entera molida, conserva todas sus propiedades intactas.
Independientemente de su consumo como infusión, para mi la gran ventaja del té matcha, es que puede añadirse directamente a muchas elaboraciones de repostería y helados.
La receta que os voy a poner aquí son tres en una.
Se trata de un biscuit de té matcha, con mini-madeleines también del mismo té, y espuma de galletas.
¿Diferencia entre helado y biscuit? Para hacer helado se necesita una heladera, que esté removiendo constantemente la mezcla para evitar que cristalice, y yo, (de momento…) no tengo heladera.
El Biscuit helado es el resultado de mezclar huevos, azúcar, el sabor que queramos y, (a diferencia del helado), en lugar de leche le añadiremos nata.
Esta preparación tiene la peculiaridad de no cristalizar al enfriar porque lleva nata montada y las claras a punto de nieve.
Respecto a las mini-madeleines, la receta la saqué del libro «Mini-magdalenas» de Sandra Mahut.
Por último, la espuma de galletas. Es muy pero que muy simple, como veréis más adelante. Creo que le va muy bien a este helado porque le aporta un toque de dulzura para contrarrestar el punto amargo del matcha.
Así que voy con la receta:
INGREDIENTES:
Para el helado de té verde matcha:
*1 brick pequeño de nata de montar (200 ml.)
*100 gr. de azúcar.
*3 huevos
*1 cucharadita de té matcha ( en diferentes recetas que he visto, utilizaban mucha más cantidad, pero como me pareció que tenía un sabor tan intenso y amargo, he preferido utilizar poquito.
Como la mayoría de los que leéis este blog, soy unos apasionados del té,la proporción para esta cantidad de nata, azúcar y huevos, sería 2 cucharadas de matcha disueltas en 3 cucharadas de agua caliente)
*1 cucharada de agua caliente
*Unas gotitas de esencia de vainilla.
Para las mini-madeleines de té verde matcha:
150 gr. de harina tamizada
125 gr. de mantequilla a punto de pomada (osea, blandita)
100 gr. de azúcar
50 gr. de azúcar moreno
2 huevos grandes
2 cucharadas soperas de leche
1 cucharadita de levadura
Para la espuma de galletas:
*1 brick pequeño de nata de montar (200 ml.)
*10 galletas maría
Lo primero que preparé fué el biscuit helado:
Para ello, utilicé la batidora de varillas y un cazo que previamente había metido en el congelador para que estuviese muy frío.
Una vez montada la nata, la reservamos en la nevera.
Ahora vamos a infusionar el té marcha. Lo eché en un vasito pequeño, añadí dos cucharaditas de azúcar y una cucharada sopera de agua caliente. Lo removí con cuidado con la cuchara hasta que se me disolvió y quedó como unas pasta verde.
Lo siguiente, montar las claras. De los tres huevos, puse, en un bol 1 huevo entero + 2 yemas, y en otro las dos claras. Monté las claras con un par de cucharadas de azúcar.
El bol con las yemas junto con el otro huevo completo, lo puse dentro de otro con agua caliente, para montarlo al baño maría. Batí con la batidora de varillas hasta que se puso muy clarito y duplicó o triplicó su volumen. Tienen que quedar muy esponjosas, y cuanto más claritas mejor, para no modificar demasiado el color verde del té.
Ahora ya solo nos queda echar en este bol con las yemas montadas, la pasta de té matcha. Seguí batiendo con las varillas. Es una gozada ver como se va poniendo la mezcla con ese un color verde tan bonito.
Le añadí la nata montada poco a poco, mezclando con una espátula y por último las claras montadas.
Con mucho cuidado y movimientos envolventes para que no se nos baje.
Si os parece que el verde que queda nos es demasiado intenso podéis añadirle un pequeño toque de colorante alimentario. Yo lo he hecho sin él y creo que ha quedado un color muy bonito. De hecho, me parecía que no estaba demasiado verde, pero en el congelador, el verde se intensificó.
Lo ponemos en un molde alargado y no muy alto, a la nevera a congelar, al menos 4 o 5 horas.
El resultado es un helado con una textura muy cremosa, que se deshace en la boca.
Preparación de las mini-madeleines:
Batimos los huevos con el azúcar hasta que doblen su volúmen.
Añadimos poco a poco la harina mezclada con la levadura, tamizadas, luego la mantequilla reblandecida y por último la leche.
Añadimos dos o tres gotas de aroma de vainilla, y una cucharadita de té matcha.
Dejamos reposar esta masa un ratito en la nevera, y mientras vamos calentando el horno, a unos 200º.
Echamos la mezcla en el molde de las mini-madeleines (Como el mío es de silicona, no hace falta engrasarlo) y lo metemos al horno un par de minutos, bajamos a 180º y las dejamos 3 o 4 minutitos más.
Cuando ya veamos que están las sacamos y cuando estén frías las desmoldamos.
Están de muerte, no puedes dejar de comerlas.
Preparación de la espuma de galletas:
Lo más simple dentro de lo simple. Yo, como tengo sifón de cocina, la preparé en el sifón, pero si no se puede hacer también con una batidora de varillas.
Molemos las 10 galletas maría hasta que se queden en polvo.
Echamos ese polvo a un bol con la nata y mezclamos bien.
Preparación con sifón: Colar la mezcla, echarla en el sifón, cargarlo con 1 carga, agitar y listo.
Preparación con varillas: Montar la nata y luego echarla en una manga. No queda tan «aireada» pero resulta igual de rica.
No necesita azúcar porque ya las galletas le dan el punto dulce justo.
Riquísima y muy suave.
MONTAJE DEL POSTRE:
Hice las bolas de helado y las coloqué en una tulipa de barquillo (las venden en muchos supermercados)
Luego le dí un par de toques de espuma de galletas y «pinché» sobre ella las mini-madeleines.
Espero que os guste.
Podéis ver más recetas mías en mi blog, «La Cocina de Pandora»