Leche frita aromatizada con té Noches de Toronto
De cabeza en la Semana Santa, os traemos la receta de un postre tradicional de estas fechas, la leche frita. Como esto es Cafetearte le hemos dado un golpe de sabor y aroma con té, claro. ¿Qué os parece la propuesta? Llevaba años con la idea rondando por mi lista de recetas por hacer y al fin me he atrevido. No os voy a engañar, no es una receta difícil pero sí requiere de atención. Eso sí, el resultado merece totalmente la pena el esfuerzo.
Para aromatizar la leche yo he usado una mezcla de té blanco y verde aromatizado, el té Noches de Toronto. Me pareció que su aroma con un poco de naranja, hierba limón y canela era ideal para este postre, cuya receta tradicional lleva cáscara de limón y canela. Se me ocurre que otras variedades podrían dar excelentes resultados, añadiendo a la olla el ingrediente del dúo limón-canela que falte.
¿Queréis que os sugiera otras opciones? Pues en mezclas de té rojo, el Pu-erh Canela y Limón o el Pu-erh Naranja y Limón, creo que serían perfectos. En cuanto a té negro, el té Canela, el Limón Dulce o el Especias Imperial, si os van los sabores un poco más fuertes, seguro que son un acierto. Siempre me parece que los tés verdes se prestan menos a estos experimentos lácteos, pero, dado que el que yo he usado lleva parte de té verde y fue un éxito, quizá os guste probar con el Canela y Naranja. Este último es una de las mezclas más vendidas de la tienda, ¿por qué será?
Por cierto… no he podido resistirme a acompañar un trozo de leche frita con un té servido en una taza de acero esmaltado en rojo de las de toda la vida… Tradición al cuadrado. 😉
Y hablando de tradición… Si queréis probar más recetas típicas de estas fechas con un toque «cafetearte», tenéis que hacer estos profiteroles al té matcha de mi compañera Etringita. ¡Deliciosos!
Cómo hacer leche frita aromatizada con té
Ingredientes:
- 400 ml de leche entera
- 35 g de maicena
- 75 g de azúcar
- la cáscara de un limón (sin lo blanco)
- 1 cucharada generosa de hebras de té Noches de Toronto
Para el rebozado:
- maicena
- 1 huevo
- aceite de girasol
- azúcar, canela y ralladura de limón (opcional)
Con estas cantidades salen 4-5 raciones.
Preparación:
Poner 300 ml de leche en una olla y reservar los 100 ml restantes en la nevera.
Pelar el limón retirando la parte blanca de la piel para que no amargue.
Añadir a la leche el azúcar y las peladuras de limón junto con 2 o 3 trozos de canela de la mezcla Noches de Toronto (o un palito de canela, si usáis otra mezcla que no lleve).
Llevar a ebullición a fuego medio. Una vez rompa a hervir, apartar del fuego, tapar la olla y dejar reposar 5 minutos.
Añadir dos cucharadas de hebras de la mezcla Noches de Toronto (o la que estéis usando) y dejar que infunda los minutos que indique el paquete.
Mientras, desleír la maicena en la leche restante bien fría.
Filtrar la leche aromatizada, añadir la mezcla de leche y maicena, remover bien y ponerla a calentar a fuego suave.
Ésta es la parte trabajosa. Para obtener una leche frita de calidad superior, es mejor mantener el fuego suave y no dejar de remover la mezcla mientras va cociéndose y espesando, para evitar que se pegue o que la harina quede cruda. Este proceso lleva unos 20 minutos.
Una vez haya espesado, volcar la crema de leche en un recipiente rectangular. Si queremos asegurarnos de que no se pegue a las paredes, podemos untarlas con un poquito de aceite de girasol, pero no es indispensable.
Cubrir el recipiente con film transparente pegándolo a la superficie de la crema, para que no se forme costra, y dejar enfriar en la nevera, como mínimo 4 horas, aunque es mejor de un día para otro.
Cortar la crema en 8 o 10 porciones rectangulares (yo doble la receta, pero también hice porciones más pequeñas, 16 en total).
Rebozar en maicena, huevo y freír en abundante aceite de girasol bien caliente, primero por un lado y después por el otro. Están listas cuando el rebozado está dorado.
Dejar escurrir sobre papel de cocina y, por último, rebozar en una mezcla de azúcar y canela molida.
La leche frita se puede comer recién hecha, templada o fría. Recomiendo rallar un poquito de piel de limón por encima a la hora de servir.
¿Os atrevéis a prepararla? ¡Os aseguro que no os arrepentiréis!
Esta receta es una colaboración de Carabiru, autora del blog Birulicioso.