Magdalenas veganas de Infusión Fresas con Naranja
Hoy os vuelvo a traer unas magdalenas veganas para acompañar una taza de vuestro café, té o infusión favoritos. ¿Os apetecen?
Me encanta utilizar tés e infusiones en masas de bizcochos y magdalenas porque siempre es una sorpresa para el paladar. He aprovechado para utilizar una infusión frutal que me encanta por su color rojo intenso, aunque os advierto que se pierde en el horneado. Eso sí, el sabor permanece ¡y de qué forma! Por supuesto, podéis versionar la receta con la infusión o té que tengáis en la despensa.
¿Y cuál es esa infusión que he utilizado, pues no es otra que «Fresas con naranja». Lleva trozos de manzana, de fresa, rodajas de naranja y flor de hibisco, que es lo que aporta ese color rojo tan intenso. Descubrí esta infusión en verano y me moría de ganas por usarla en alguna receta. Es ideal para tomar fría, pero también os la recomiendo caliente, yo al menos la estoy disfrutando mucho.
Cómo preparar magdalenas veganas con infusión «Fresas con Naranja»
Ingredientes:
- 1 cucharada colmada de infusión «Fresas con naranja»
- 70 g de azúcar
- 10 gramos de azúcar invertido (o 15 de sirope vegetal al gusto).
- 85 g de aceite de girasol
- ralladura de piel de naranja
- 3 cucharadas de zumo de naranja
- 1 cucharadita de bicarbonato sódico
- 240 g de harina
- Opcional: 50 g de fresas frescas o congeladas
Glaseado opcional:
- 2 cucharaditas de infusión «Fresas con naranja» ya preparada
- 1 cucharadita de zumo de limón
- 40 g de azúcar glas
Con estas cantidades salen 12 magdalenas.
Preparación:
Hervir 250 ml de agua, separar del fuego y añadir una cucharada generosa de mezcla «Fresas con naranja» durante 8 minutos. Filtrar y separar 200 ml.
Agregar el azúcar y el azúcar invertido, o el sirope de vuestra elección, a la infusión caliente. Remover hasta que se disuelva.
Añadir el aceite de girasol y la ralladura de piel de naranja. Dejar enfriar.
Tamizar la harina en un cuenco grande. Si vamos a añadir fresas, lavarlas, trocearlas y rebozarlas con un poco de harina para evitar que se vayan al fondo al incorporarlas a la masa.
Exprimir media naranja hasta tener las 3 cucharadas de zumo y disolver el bicarbonato en él. Incorporar a la mezcla líquida que hemos dejado enfriar.
Agregar la mezcla líquida sobre la harina tamizada removiendo con unas varillas o una espátula de silicona hasta obtener una pasta uniforme. No se trata de batir, sólo necesitamos integrar bien todos los ingredientes y que no queden grumos secos.
Dejar reposar la masa mientras precalentamos el horno a 190-200 ºC.
Las magdalenas se pueden hornear directamente en un molde metálico previamente engrasado con aceite de girasol, utilizar cápsulas de papel sobre ese molde o cápsulas dobles sobre una bandeja de horno, aunque quedarán más chatas. Otra opción es usar moldes de silicona.
Llenar las cápsulas o huecos hasta 3/4 partes de su capacidad. Si las fresas son pequeñas, se puede hundir una en el centro de cada magdalena en este momento.
Hornear las magdalenas a 190-200 ºC a media altura durante unos 15-20 minutos, hasta que suban y estén firmes y doraditas. El tiempo necesario dependerá del horno, para saber cuándo están, basta con pinchar con un palillo una magdalena, si sale limpio, están listas.
Sacar las magdalenas y dejarlas enfriar sobre una rejilla metálica.
Una vez frías, estas magdalenas veganas están listas para comer, pero para darle un toque especial, os sugiero glasearlas un poco por encima.
Cómo glasear magdalenas de forma fácil
Tamizar el azúcar glas y ponerlo en un cuenco pequeño con 2 cucharaditas de infusión, ya preparada y fría, y una cucharadita de zumo de limón. Remover bien con un palillo hasta que se disuelva todo el azúcar y no queden grumos.
Para glasear las magdalenas, se pueden utilizar varios métodos. Verter una cucharadita de glaseado por encima de cada magdalena, hacer líneas con un palillo que lo vaya dejando caer o poner el glaseado en una bolsa de congelar limpia, cortar un trocito de la esquina y hacer dibujos como si fuera una manga pastelera.
Dejar secar hasta que se endurezca el glaseado.
Estas magdalenas ganan mucho en sabor y textura si las dejáis reposar al menos un día. Sé que es difícil contenerse, pero hacedme caso, reservad la mitad. 😉
¡Espero que os gusten mucho!
Esta receta es una colaboración de Carabiru, autora del blog Birulicioso.