Pan de miel y especias
Ya ha llegado el frío y apetecen bebidas calientes acompañadas, al menos en mi caso, de galletas, panes y bizcochos especiados. Si además añadimos la miel a la ecuación, el resultado es insuperable.
La miel un alimento muy energético y con muchas propiedades terapéuticas. En repostería, además de dulzor, aporta jugosidad y, por sus propiedades higroscópicas, evita que los bizcochos y dulces en los que la utilicemos se sequen demasiado rápido. La usada en esta receta es una variedad de miel milflores que, al igual que la miel de brezo, se envasa especialmente para Café Té Arte.
La combinación de miel y especias se utiliza tradicionalmente en dulces navideños en muchos países, por eso este pan es perfecto para desayunar el día de Navidad, o para agasajar a vuestros invitados acompañando vuestro té favorito.
Ingredientes:
- 500 g de harina de repostería
- 2 cucharaditas de canela molida
- 1 cucharadita de jengibre en polvo
- 1/2 cucharadita de semillas de anís o anís molido
- 1/4 cucharadita de clavo molido
- 1/4 cucharadita de nuez moscada molida
- Opcional: un poco de pimienta negra recién molida
- 2 cucharaditas de bicarbonato sódico
- 1/2 cucharadita de sal
- 250 g de miel milflores
- 50 g de azúcar
- 300 ml de leche o leche vegetal
- 1 cucharada de aceite suave de oliva
- ralladura de una naranja
Estas cantidades son para un molde mediano, en mi caso uno circular de 24 cm, que sería el máximo que recomiendo.
Preparación:
Mezclar la harina con las especias, el bicarbonato sódico y la sal en un cuenco grande con la ayuda de unas varillas.
Disolver el azúcar en la leche y verter junto con la miel y el aceite en un hoyo en el centro de la harina. Mezclar un poco antes de añadir la ralladura de naranja e integrar bien hasta deshacer los grumos y conseguir una masa homogénea.
Dejar reposar la masa al menos 15 minutos. Mientras, precalentar el horno a 180 ºC y preparar el molde engrasándolo ligeramente con aceite de oliva y enharinándolo para facilitar el desmoldado. También se puede forrar con papel de hornear.
Verter la masa en el molde repartiéndola bien con la ayuda de una espátula de silicona, puesto que es bastante densa.
Colocar en el horno, a media altura, con calor arriba y abajo, y hornear a 180 ºC durante unos 30 minutos, hasta que se haya dorado. Comprobar que se ha hecho bien por dentro pinchando con un palillo, tiene que salir limpio.
Sacar del horno y dejar reposar unos minutos en el molde antes de desmoldar y dejar enfriar sobre una rejilla metálica.
Es un pan bastante denso, por lo que hará falta un cuchillo de sierra para cortarlo.
Lo ideal es acompañar este delicioso pan con leche, ya sea fría o caliente, té o café en el que poder mojar.
Esta receta es una colaboración de Carabiru, autora del blog Birulicioso.