El café es un ingrediente muy versátil en repostería ya que sus notas amargas combinan a la perfección con multitud de ingredientes dulces, especialmente con el chocolate. Por eso, en cuanto abrí el paquete de Café de Naranja y Chocolate y el aroma a café y bombón a la naranja llegó a mi nariz, supe que era perfecto para la pannacotta que llevaba tiempo queriendo hacer.

Si no te gusta el chocolate o la naranja, siempre puedes probar con alguna de las otras variedades de café aromatizado o utilizar el café que más te guste, con cualquiera de ellas obtendrás un postre delicioso que te dejará con ganas de más.

Ingredientes:

• 3 hojas de gelatina neutra o 1 sobre de gelatina neutra en polvo
• 200 ml de nata 35% m.g.
• 60 g de azúcar glasé
• 30 g de café de naranja y chocolate
• 100 ml de agua
• 1/2 cucharadita de esencia de vainilla (opcional)

Con estas cantidades saldrán dos raciones normales o cuatro pequeñas.

Preparación:

Poner el agua a hervir, ya sea en un hervidor o en un cazo.

Mientras, mezclar con unas varillas pequeñas la nata y el azúcar en otro cazo, sin batir, sólo para deshacer un poco los grumos del azúcar. Calentar a fuego lento mientras removemos. Cuando la mezcla empiece a estar caliente, añadir la esencia de vainilla, mezclar bien y dejar cocer a fuego lento hasta que hierva.

Hidratar las hojas de gelatina en agua fría durante 5 minutos, escurrir y reservar. Si usamos gelatina en polvo, disolverla en 2 cucharadas de agua fría y reservar.

Cuando el agua del primer cazo hierva, la retirar del fuego y añadir el café removiendo un poco para que se empape bien y dejar reposar 10 minutos. Filtrar el café, ya sea con un colador de tela, un filtro de papel o una cafetera de émbolo.

Separar 60 ml del café obtenido.

Una vez que la mezcla de nata y azúcar hierva, retirar del fuego e incorporar los 60 ml de café mezclando bien. Dejar templar  un par de minutos añadir la gelatina removiendo bien para que se disuelva e integre con el resto de ingredientes.

Verter en los recipientes que vayamos a usar como moldes, ya sea para servir directamente en ellos o para desmoldar, como estos de silicona.

Cuando estén templadas, meterlas en el frigorífico y reservar hasta que estén completamente cuajadas, es recomendable que sean al menos 6 horas.

Si los vamos a desmoldar, sumergir unos segundos la base de los moldes en agua caliente, si el molde es rígido pasar un cuchillo alrededor del borde para aflojar la pannacotta, ponerla boca abajo en el plato en el que la vayamos a servir y golpear suavemente los lados del recipiente.

Servir acompañadas de sirope de chocolate, mermelada de naranja o un poco caramelo líquido. Si es temporada, unos gajos de naranja pelada al vivo le darán un toque ácido y fresco.

Esta receta es una colaboración de Carabiru, autora del blog Birulicioso.