Polos de té y mango
Si el otro día os propuse un helado para hacer con heladera, hoy os traigo una receta mucho más sencilla, unos polos de té a base de leche vegetal y fruta fresca. Esta propuesta se viene a sumar al resto de recetas de helados y polos de té e infusiones que os hemos ido ofreciendo. ¿Habéis probado alguna? ¿Cuál es vuestra favorita?
Aunque generalmente los polos se hacen con zumos o bases acuosas, esta vez he querido darles un toque diferente usando leche de almendras. De esta manera, además de refrescantes, son nutritivos y muy cremosos, sin dejar de ser veganos y aptos para intolerantes a la lactosa.
Para aromatizar la leche, me he decidido por un delicioso Té Mango, aprovechando que tenía en la nevera una de estas frutas con un sabor espectacular. ¿No os pasa que cuando una cosa además de rica es bonita, os sabe mucho mejor? A mí sí, por eso me gustan mucho los tés aromatizados. En el caso del té mango, al poner la porción de té en el filtro, me encanta ver las pinceladas amarillas de los pétalos de girasol.
También podéis hacer variantes usando otros tés negros aromatizados y otras frutas que combinen bien. Se me ocurre usar Té Frutas del Bosque con moras o frambuesas, o Té Canela acompañándolo de compota de manzana. Si no sois muy de frutas, os sugiero probar a hacerlos usando sólo leche de almendras infundida con algunos de las mezclas de sabores más especiales, como el Limón Dulce o el Trufa Picante. Como siempre, esperamos vuestros comentarios si probáis alguna combinación que os guste.
Cómo preparar polos de té negro y mango
Ingredientes:
- 250 ml de leche de almendras
- 1 cucharada y media de hebras de té negro
- 1/2 mango maduro
- 2 cucharadas de azúcar invertido (o 3 de azúcar normal)
Con estas cantidades salen 4 polos de 90 ml cada uno, aproximadamente.
Preparación:
Calentar la leche de almendras, antes de que hierva, añadir las hebras de té negro y dejar reposar 4 minutos. Pasado ese tiempo, filtrar y dejar enfriar.
Pelar medio mango y picar en trozos pequeñitos.
Mezclar en un cuenco la leche infundida, el mango y el azúcar.
Rellenar los moldes de polos con la mezcla, procurando repartir homogéneamente los pedacitos de mango.
Congelar hasta que se hayan endurecido por completo. El tiempo necesario puede variar, pero suelen ser un mínimo de 4 horas.
Para desmoldar los polos basta con mojar el exterior del molde o vasito bajo un chorro de agua fría o tibia.
Si no os gustan los polos con trocitos de fruta, se puede batir la mezcla antes de rellenar los modes.
Y si no tenéis moldes de polos, podéis usar vasitos de plástico y palitos de madera. Tenéis las instrucciones explicadas en esta receta.
¡Y a disfrutar de estos ricos polos de té y mango!
Esta receta es una colaboración de Carabiru, autora del blog Birulicioso.
Tiene una pinta buenísima esta receta. La voy a hacer con frutas del bosque también, ya os contare…
¡Ya verás que fresquito! Y además sano 🙂